viernes, 12 de octubre de 2007

Benito Villamarín: el Gallego de las trece barras (V)

Apenas pasados 9 días del Trofeo Carranza, los verdiblancos se enfrascan en la primera eliminatoria de la Copa de Ferias, al enfrentarse al Stade Francaise. Empate a un gol en Villamarín fue el resultado de ida.
La larga pretemporada la acusan los béticos de sobremanera, además de que 4 días después del partido de Ferias, se inicia la competición. Aparte, Luis Aragonés, Colo y el malogrado Martínez, son traspasados al At. de Madrid.

La Temporada es bastante irregular, finalizando el Betis en decimosegunda posición. Sin embargo, jugadores como Carmet, López Hidalgo, Quino (que llegaría a la internacionalidad años después militando en el Betis), Antón (internacional luego, ya en filas del Valencia CF) o Frasco, subieron prácticamente en 1964 procedentes de la cantera.

La Temporada 65-66 transcurre por unos derroteros negativos, ya que la ausencia de Don Benito Villamarín debido a sus viajes a Boston, para tratar su enfermedada, se harían muy frecuentes y las decisiones cara a la gobernabilidad se hacían más difíciles. Llegado el momento, el Gallego presentó la dimisión, dirigiéndose a la Afición en una carta (muy publicada en otras web´s), pues la lucha contra el cáncer era su principal razón de ser.

La Entidad se hallaba sumida en la tristeza y el equipo se vino abajo, descendiendo a Segunda División.

Sin embargo, ya descendido a 2ª, el equipo le dedica a Villamarín una espléndida Copa, eliminando en Cuartos de Final nada más y nada menos que al todopoderoso R.Madrid (los madridistas se acababan de proclamar una semana antes campeones de Europa , en el partido de vuelta en el Bernabéu (2-2). En semifinales se cayó ante el Athlétic de Bilbao.

Don Benito Villamarín Prieto, falleció el 15 de agosto de 1966, víctima de una enfermedad incurable.

Es justo, para acabar este monográfico en el que se ha tratado de citar y pormenorizar en lo posible, la labor del Gallego de Esmeraldas verdiblancas listadas, no olvidar la situación estructural que existía en el Club respecto a la que ostentaba el Sevilla FC, tras años de penurias y de glorias respectivamente. Por todo ésto, veamos una lista comparativa diferencial entre ambas entidades en diversos asuntos deportivos durante el período de Don Benito Villamarín:

Enfrentamientos entre ambos. En primer lugar, resultados del Real Betis en casa:

58-59, 2-0 y 4-2; 59-60, 1-4 y 1-2; 60-61, 0-0 y 1-1; 61-62 3-1 y 2-1; 62-63, 2-1 y 0-2; 63-64, 3-1 y 1-3: 64-65, 2-0 y 2-4; 65-66*: 1-2 y 1-1. * El 1-2 jugado en Villamarín durante la penúltima jornada de la Temporada, se jugó con el Presidente Gallego ya dimitido por su enfermedad.

J 15 G 7 E 3 P 5 F 25 C 23.

Como se ha comprobado, existe cierta superioridad bética, pues el hito del triunfo un Nervión sí tiene una medición importante.

Clasificaciones entre ambos participando en la misma categoría. En primer lugar, puesto ocupado por el Real Betis:

58-59, 6º y 12º; 59-60, 7º y 4º; 60-61, 7º y 11º; 61-62, 9º y 6º; 62-63, 9º y 11º; 63-64, 3º (clasificación europea) y 9º; 64-65, 12º y 10º. Excluimos el ejercicio 1965-66 por la Dimisión de Villamarín durante dicha Temporada, así como sus continuas ausencias al frente activo de la Entidad.

Liga particular ganada: 4
Liga particular perdida: 3

Sin extendernos más en la materia, creemos que el aficionado verdiblanco debería ahondar un poco más en intentar conocer la realidad diferencial entre ambos clubes, tanto económica como deportiva que aumentó la igualdad (o ligera superioridad bética) existente, dejada en el período de 1936, en el que a partir de aquí se acentuó en beneficio sevillista, y que en el plazo de casi una década, Don Benito Villamarín volvió a recuperar. Persona educada, respetuosa (jamás apareció polémica insulsa o descalificatoria en ningún rotativo) y sobre todo: de palabra. Nunca faltó a la verdad y se entregó siempre a disposición de la afición, baste para ello recordar los días primeros al traspaso de Del Sol al Madrid, cuando se puso a disposición de las peñas ofreciendo su puesto.
Villamarín, ha sido el hombre fuerte y representativo de la Historia del Club de las Trece Barras, y tal como fueron para otras entidades, en su día Santiago Bernabéu, Vicente Calderón o Ramón Sánchez Pizjuán, su nombre debe ser rotulado y recordado en el Estadio Titular del Real Betis Balompié, hállese éste donde halle.











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